martes, 19 de abril de 2011

En busca de la añorada Felicidad.

Uffff, he tenido un poco abandonado esto, pero seguiré plasmando muchas cosas siempre que pueda y mi espíritu me lo pida...

Hoy me gustaría hablar sobre eso que muchas personas buscan continuamente, eso que otras añoran que llegué por arte de magia, la Felicidad (lo pongo en mayúsculas, porque para mi es importante).

La Felicidad no es algo que venga dado, no es algo que se pueda comprar o que llega a nuestras vidas porque sí, es algo que hay que trabajarse, que podrá alojarse con nosotros siempre que estemos preparados para que llegue. En ocasiones parece que es esquiva con nosotros, que cuesta lograr o conseguir, pero hay que tener el alma limpia, la conciencia tranquila, el corazón lleno de emociones, sentimientos por compartir; saber que  la dicha en ocasiones no dura siempre, y que cuando estamos mal el sufrimiento también tendrá un fin. Cuando aprendamos a querernos a nosotros mismos, podremos querer a los demás, sabremos valorar las cosas, y la felicidad sin darnos cuenta aparecerá en nuestras vidas.

La Felicidad es un conjunto de situaciones, de estados, de momentos que todos tenemos en muchos momentos de nuestra vida. Cuántas veces en nuestra vida nos decimos a nosotros mismos... "cuando consiga comprar esta casa, ya verás que feliz seré, cuando consiga tener un hijo, qué felices seremos", y así podría poner mil ejemplos... pero realmente estas cosas consiguen darnos esa Felicidad??, tal vez sí, pero será efímera si no conseguimos que todo lo demás nos aporte cosas más importantes.

Me puedo poner como ejemplo, antes era una persona que basaba mi Felicidad en que los demás lo fueran también, y creo que me equivoqué, porque me olvidé de mi misma, y eso nunca debe ocurrir. Ahora trabajo mi Felicidad, para que siendo yo Feliz, pueda transmitirla a los demás, por consiguiente conseguiré que los demás lo sean.

Mi Felicidad ahora llega a mi vida, llenándola de pequeños momentos, de grandes ilusiones, de disfrutar de cada instante, de la sonrisa de mi nieto, de los logros de mis hijos, de estar en paz conmigo misma, de sonreír cada mañana y saborear las sensaciones que se cruzan en mi camino a diario...
(continuará)

"Aunque mañana fuera el fin del mundo, yo todavía plantaría manzanos en el día de hoy..." (Martin Lutero)

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